La importancia de incluir la mirada interseccional en los proyectos de mentoría social

La importancia de incluir la mirada interseccional en los proyectos de mentoría social

Meritxell Puértolas, Técnica de mentoría del Programa Zing; y Laura Prego, Project Manager del Programa Zing.

Es importante incluir la mirada interseccional en los proyectos de mentoría social para promover la equidad, el respeto a la diversidad y la inclusión. La interseccionalidad nos invita a comprender cómo diversas identidades y factores interactúan en contextos de poder y opresión, y cómo estas diferencias influyen en las experiencias de las personas.
Al aplicar la mirada interseccional en los programas de mentoría social, se pueden diseñar intervenciones más inclusivas y responder de manera efectiva a las necesidades específicas de cada individuo. Es fundamental reconocer los privilegios y opresiones presentes en la sociedad para generar espacios seguros donde cada persona pueda ser escuchada y respetada.
La mentoría social no solo busca acompañar a las personas, sino también fomentar comunidades implicadas y solidarias, promoviendo la participación y el intercambio de ideas. A través de esta práctica, se aspira a construir relaciones basadas en el respeto mutuo, la diversidad y la cohesión social.
En resumen, integrar la perspectiva interseccional en los proyectos de mentoría social es fundamental para promover la justicia social, la transformación comunitaria y la construcción de identidades inclusivas y abiertas al diálogo.


El nivel de estudios de las personas: ¿un factor determinante en la salud y la esperanza de vida?

El nivel de estudios de las personas: ¿un factor determinante en la salud y la esperanza de vida?

La formación académica que logra una persona puede definir sus condiciones vitales, por este motivo, reducir el abandono escolar prematuro puede ser un factor clave en la esperanza de vida de la sociedad.

Lali Bueno, Técnica de formación del Programa Zing; y Verónica González, Project Manager del Programa Zing.

El nivel de estudios puede ser un factor determinante en la esperanza de vida y la salud, y esto es especialmente relevante en contextos socioeconómicos vulnerables, donde la educación no solo influye en el bienestar individual, sino también en el desarrollo de comunidades enteras.

Los datos evidencian que la educación desempeña un papel fundamental en la mejora de las condiciones de vida y el bienestar económico de las personas, proporcionando herramientas y conocimientos que permiten a los individuos acceder a mejores empleos y, por ende, a una calidad de vida superior.

Sin embargo, es alarmante que el abandono escolar prematuro sea más prominente en hogares desfavorecidos, lo que no solo reduce las oportunidades futuras de estos jóvenes, sino que también afecta directamente su desarrollo vital y sus perspectivas a largo plazo. Este fenómeno crea un ciclo de pobreza que se perpetúa a lo largo de las generaciones. La evidencia sugiere que los individuos con un nivel de educación más alto tienen una esperanza de vida más larga, mejores condiciones de vida, y una salud en general más robusta, ya que suelen estar más informados sobre hábitos saludables y acceso a servicios de salud.

Aún más, las personas con un nivel educativo más bajo perciben su salud como peor, lo que puede influir en su bienestar emocional y psicológico, creando una sensación de desesperanza. Este artículo destaca la importancia de la prevención del abandono escolar prematuro como tarea crucial para mejorar las condiciones de vida y la salud de futuras generaciones. Fomentar un entorno educativo inclusivo y accesible es fundamental para romper el ciclo de desventaja y asegurar que todos los jóvenes tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.


Una evaluación holística de los acompañamientos de mentoría

Una evaluación holística de los acompañamientos de mentoría

Alba López Martínez y Víctor González Núñez, Técnica de mentoría y Coordinador del eje de acompañamiento.

La mentoría socioeducativa se ha consolidado como una herramienta fundamental, aunque su impacto ha sido poco evaluado empíricamente. Durante el primer Congreso de la Red Iberoamericana de Mentoría (RIME), se destacó la importancia de evaluar estos procesos para medir su impacto real y mejorar continuamente.

Para abordar esta necesidad, el proyecto de Mentoría Zing desarrolló el Índice de Calidad de los Acompañamientos (IQA), basado en 25 indicadores clave. Estos indicadores incluyen datos objetivos como la duración de la relación y el número de encuentros, así como evaluaciones del joven y del mentor.

El IQA facilita la interpretación de los escenarios, la justificación ante financiadores y la comparación entre diferentes proyectos. Aunque la autoevaluación puede presentar sesgos, se complementa con evaluaciones cualitativas para obtener una visión más completa.

Creado durante el curso 21/22, el IQA ha sido mejorado anualmente para obtener resultados más precisos y útiles. Esta herramienta es esencial para evaluar el impacto y la calidad de las relaciones de mentoría, proporcionando una visión objetiva que contribuye al éxito de los programas de mentoría socioeducativa.


Una mirada social al Abandono Escolar Prematuro (AEP)

Una mirada social al Abandono Escolar Prematuro (AEP)

Berta Viader, Técnica de formación Programa Zing; y Clara Vicente, Project Manager Programa Zing

El reciente informe PISA 2022 ha sacado a la luz desigualdades regionales en la educación española, generando un debate en torno a la calidad de la misma y los numerosos factores que la afectan. Dentro de este contexto, es esencial abordar el problema del Abandono Escolar Prematuro (AEP). Para ello, hemos estudiado los datos más actuales a nivel europeo y español, y examinado sus causas, consecuencias y posibles soluciones.

¿Qué es el AEP en España?

El AEP se refiere al porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que, a pesar de haber concluido la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), no continúan con sus estudios postobligatorios.

Las situaciones que causan el AEP son diversas y pueden ocurrir en diferentes momentos: durante la ESO, en la transición a la educación postobligatoria o durante la etapa postobligatoria (Curran y Montes, 2022).

Aunque la tasa de AEP en España ha decrecido un 10% en los últimos diez años, los datos siguen siendo alarmantes y superan la media europea. Con un índice de AEP de 13,9% en 2022, España es el segundo país europeo con más índices de AEP, solo por detrás de Rumanía.

¿Por qué ocurre el AEP?

La problemática del AEP es compleja y multifacética, y no puede ser atribuida únicamente a las habilidades o méritos individuales de los jóvenes. Se deben considerar factores estructurales como el nivel de ingresos, género, nacionalidad, lugar de residencia, estructura familiar, entre otros.

Un estudio reciente en Cataluña encontró que existe una relación directa entre los recursos económicos familiares y la tasa de AEP (Curran y Montes, 2022). El abandono escolar se sitúa principalmente en los jóvenes de mayor vulnerabilidad económica y social, y se encuentra profundamente vinculado a la desigualdad social y estructural.

¿Cómo afecta el AEP?

El AEP tiene consecuencias a nivel individual y comunitario. Abandonar los estudios tempranamente afecta al desarrollo personal de los jóvenes y a sus oportunidades laborales futuras. Además, perpetúa la desigualdad socioeconómica en las poblaciones con menores ingresos per cápita.

¿Cómo podemos abordar el AEP?

Para afrontar el AEP es necesario reducir las desigualdades sociales que afectan a la continuidad educativa de los jóvenes en situación de vulnerabilidad. Desde el Programa ZING, proponemos tres vías principales: la orientación profesional temprana y personalizada, becas económicas no meritocráticas y el acompañamiento individualizado durante la etapa formativa.

Además, para entender mejor el AEP es fundamental obtener datos específicos sobre la realidad social y educativa de los jóvenes y su bienestar subjetivo. Por ello, en ZING Programme hemos iniciado un estudio de investigación que nos permitirá identificar patrones asociados con el AEP y diseñar acciones para mitigar sus efectos.


Asumir riesgos académicos: ¿Derecho o privilegio?

La importancia de desarrollar programas de empleabilidad flexibles para jóvenes provenientes de contextos socioeconómicos vulnerables.

Arianna Ranesi Murillo, Técnica ZING Becas, Área Empleabilidad

Siempre que decidimos estudiar, estamos realizando una inversión. La importancia y el alcance de esta inversión, ya sea en términos de tiempo, recursos o dinero, estarán determinados por diversos elementos, como la duración del programa académico, la complejidad de los estudios o su costo económico. Por lo tanto, la elección de una trayectoria educativa estará fuertemente influenciada por la capacidad de inversión de cada persona o familia.

Cuando se trata de elegir un camino educativo, los jóvenes deben contar con cierto capital económico que pueda soportar no obtener beneficios o retrasar su obtención a corto plazo. Aquellos que necesiten rentabilizar rápidamente su inversión educativa no podrán asumir este costo y es más probable que terminen sus estudios después de cursar un Grado Medio y no lleguen a acceder a un Grado Superior o cursar estudios universitarios. Incluso dentro de la misma universidad, pueden optar por un itinerario académico menos costoso.

Es importante considerar también la capacidad de aprovechar la formación que se desea cursar. Para que un joven pueda hacer un uso efectivo de los recursos educativos, es necesario que cuente con condiciones sociales, escolares y familiares básicas que le brinden la estabilidad suficiente para dedicarse a su formación académica (Vallvé, 2015). Cuando estas condiciones favorables no están garantizadas, aumenta el riesgo asociado a la inversión, ya que no podrá destinar exclusivamente sus recursos (tiempo, dedicación, esfuerzo, etc.) a superar sus estudios. Como se menciona en el informe sobre “Abandono Escolar Prematuro de la Fundación Bofill”, los estudiantes provenientes de entornos con mayores recursos económicos presentan tasas de abandono por debajo del 1%, mientras que aquellos que provienen de contextos más vulnerables lo hacen en casi un 20%.

Aquí es donde se destaca otra forma de desigualdad que a menudo se pasa por alto: la capacidad de afrontar el fracaso. Es decir, tener la certeza de contar con una opción alternativa en caso de no lograr el éxito (como prolongar los años de estudio, repetir asignaturas, cambiar de itinerario o de centro) nos sitúa en un escenario mucho más llevadero que aquel en el que nos encontraríamos si no tuviéramos esta opción. Al evaluar rápidamente los costos, aquellos que saben que no tienen una opción B (y necesitan garantizar el éxito de su inversión) es más probable que elijan un camino más seguro. Por lo tanto, cometer errores también se convierte en un privilegio.

Basándonos en lo anterior, se puede afirmar que un programa de becas dirigido a jóvenes en situación de vulnerabilidad económica y social, que tenga en cuenta esta premisa y sea más tolerante ante posibles errores, tendrá un impacto más significativo en la lucha contra las desigualdades sociales y educativas. Tal como afirman Mullainathan y Shafir, “(un programa flexible) posibilita que las oportunidades concedidas a las personas se ajusten al esfuerzo que le dedican y a las circunstancias que afrontan. No elimina la necesidad de trabajar intensamente, más bien permite que este esfuerzo intenso dé mejores resultados a quienes responden al desafío.” (Mullainathan y Shafir, 2016). En conclusión, cuanto más flexible sea la ayuda, más riesgos podrá asumir el joven, lo cual le permitirá optar por inversiones académicas más prometedoras que finalmente lo encaminarán hacia sectores laborales nuevos y mejores, y así romper el ciclo de desigualdad del que provenía, o al menos no impedirlo.


El reto de la intermediación laboral: una solución tecnológica

Laura Herrando, Project Manager de Zing Inserción laboral, Área de Empleabilidad

La intermediación laboral es un proceso que busca facilitar la conexión entre empleadores y trabajadores, con el objetivo de encontrar un ajuste entre las necesidades del mercado laboral y las habilidades de los candidatos. Actúa como un puente entre ambos grupos y es especialmente importante para los colectivos vulnerables que enfrentan desafíos adicionales al buscar empleo. En España, el problema del desempleo estructural es especialmente relevante, especialmente entre los jóvenes, con tasas de desempleo más altas que la media de la Unión Europea y de los países miembros de la OCDE.

Según el Consejo Económico y Social, solo una de cada cuatro personas desempleadas acude a los servicios de empleo y estos gestionan menos del 5% de las vacantes. Por tanto, la búsqueda de empleo se concentra principalmente en portales de ofertas online y contactos personales.

La nueva Ley de Empleo, Ley 03/2023, tiene como objetivo mejorar la empleabilidad y la intermediación laboral. La futura Agencia Española de Empleo se espera que mejore el impacto de los servicios públicos de empleo y publique una “tasa de intermediación” oficial para medir su evolución.

La intermediación laboral enfrenta desafíos en la inserción laboral de colectivos vulnerables, como el estigma y la discriminación, el acceso limitado a recursos educativos y la falta de conciencia sobre oportunidades laborales. Además, es importante que los procesos de intermediación sean ágiles para satisfacer las demandas de las empresas.

Desde la Fundación Nous Cims hemos desarrollado una herramienta tecnológica que utiliza la inteligencia artificial para conectar oportunidades laborales con candidatos de manera prácticamente inmediata a través de Whatsapp. Esto permite una difusión ágil y proactiva de las ofertas y una respuesta inmediata de los usuarios, lo que agiliza el proceso de preselección y derivación de candidatos.

 


La necesidad de invertir en una orientación profesional mejor y más eficiente

Hannes Brandt, Programme Manager ZING Vocación, Área de Empleabilidad

Maria Rosal, Project Manager ZING Vocación, Área de Empleabilidad

En un contexto de rápidos cambios sociales y tecnológicos, la orientación vocacional se presenta como crucial para preparar a los jóvenes ante la incertidumbre laboral. Es importante invertir en este ámbito como un enfoque estratégico para guiar a las futuras generaciones en un mercado laboral imprevisible y dinámico.

Los cambios acelerados en la sociedad y la tecnología provocarán la obsolescencia de ciertos campos profesionales y la emergencia de nuevos, dificultando su seguimiento por parte del sector educativo. Las trayectorias profesionales ya no son lineales, y el éxito laboral depende cada vez más de la adaptabilidad y el aprendizaje continuo.

Organizaciones internacionales, como la Comisión Europea y la UNESCO, llaman de manera unánime a aumentar la inversión en orientación profesional. Se subraya que la orientación no debe ser un apéndice de la educación, sino un componente esencial para dar propósito a la formación, ayudando a los estudiantes a identificar sus intereses y metas profesionales.

En el contexto español, se destaca la importancia de una orientación sistemática y de alta calidad para promover la igualdad de oportunidades y combatir el abandono escolar prematuro. En Cataluña, aunque se han implementado medidas para abordar este problema, se señala que las inversiones actuales pueden no ser suficientes, considerando los costos significativos asociados al abandono y cambio de carrera de los estudiantes en las universidades españolas.

La importancia de reconocer la labor de los orientadores y las limitaciones que enfrentan

La alta carga de responsabilidades y la falta de tiempo obstaculiza a los orientadores poder brindar una orientación adecuada a los alumnos. Los cambios profundos en el entorno educativo y laboral requieren no solo una mejora cuantitativa en la orientación profesional, sino también estándares cualitativos nuevos. Es importante que haya colaboración entre diversos actores, como docentes, tutores, familias y el entorno escolar, para proporcionar una orientación más efectiva.

Es necesario adaptar la orientación a las demandas actuales del mundo laboral postobligatorio. Igual que en un sistema sanitario, es crucial que se incluya a profesionales especializados en diferentes áreas y una coordinación efectiva entre actores clave. Abogando por una orientación que se adapte a la realidad cambiante y se integre de manera continua a lo largo de toda la vida profesional.

La brecha entre el sector educativo y el mundo profesional

La brecha existente entre el sector educativo y el mundo profesional está evidenciada por la falta de familiaridad de los jóvenes con diversas profesiones. Es importante poder establecer una conexión constante entre la escuela y el mundo profesional, proponiendo modelos como los Gatsby Benchmarks en Inglaterra y el World of Work en EE.UU.

Será necesario establecer un marco común que permita a los jóvenes conocerse a sí mismos, identificar sus intereses vocacionales y adaptarse a un mundo laboral en constante cambio. Y que haya una colaboración entre actores locales, como municipios y entidades empresariales, para facilitar esta conexión.

En resumen, el rediseño y fortalecimiento de la orientación es urgente ante los cambios sociales y tecnológicos. Por ello, requiere un enfoque holístico, donde la orientación sea un sistema complementario que involucre a expertos, el mundo profesional, el entorno escolar y actores locales, con un marco común, pero una coordinación local o regional. La implementación exitosa requerirá voluntad de cambio, diálogo y cooperación entre todas las partes involucradas.

 


La mentoría social: transformando individuos y sociedad

Laura Prego, Técnica ZING Mentoría, Área de Empleabilidad

En los últimos años, ha surgido un creciente interés en España hacia la mentoría social como un recurso efectivo para respaldar a grupos en situaciones de vulnerabilidad. Diversos estudios respaldan los beneficios de esta metodología (DuBois & Rhodes, 2008), que se fundamenta en la creación de lazos de confianza entre personas mentoras y mentoradas, con repercusiones tanto a nivel individual como en la sociedad en su totalidad.

La meta de la mentoría dentro del proyecto ZING es estimular el crecimiento psicosocial y competencial de los jóvenes, en una etapa crucial de su desarrollo de identidad y autoestima. Los efectos positivos del respaldo de un mentor se manifiestan en distintos aspectos, desde el desarrollo de habilidades sociales hasta mejoras notables en el bienestar emocional y psicológico. Además, en líneas generales, se ha constatado como un factor determinante en la disminución de conductas de riesgo y en la promoción de logros académicos positivos (Feu y Prieto-Flores, 2015).

No obstante, el impacto de la mentoría no se restringe a las personas mentoradas. La relación bidireccional establecida también enriquece a los mentores, presentándose como una oportunidad de aprendizaje mutuo que contribuye a la eliminación de estereotipos y prejuicios asociados a grupos culturales, clases sociales o generaciones específicas (Agullo, 1997).

Al conectar con individuos provenientes de contextos diversos, los mentores asumen un compromiso profundo con la diversidad y se sumergen en un proceso continuo de aprendizaje. Este enriquecimiento personal les capacita para abogar por la justicia, respetar los derechos y la dignidad de las personas, convirtiendo así a la mentoría en un puente que fomenta la comprensión mutua y la empatía.

Se ha demostrado que la inversión en relaciones humanas es esencial para construir una sociedad más unida y comprensiva. Este enfoque capacita a las personas mentoradas para ser agentes activos de cambio en sus propias vidas y les proporciona las herramientas necesarias para establecer relaciones similares en su entorno natural.

De esta manera, la mentoría social, en su esencia, se erige como un motor de cambio social, desafiando las convenciones tradicionales en las políticas sociales y promoviendo relaciones basadas en el apoyo mutuo en lugar de jerarquías asistenciales.

 


La experiencia del Programa de Mentoría ZING en la adquisición de competencias educativas y laborales

Alba López, Técnica ZING Mentoría, Área de Empleabilidad

La cuestión de las competencias es actualmente un tema destacado tanto en el ámbito educativo como en el empresarial. La conexión efectiva entre estos dos sectores contribuye a la preparación de los jóvenes para enfrentar los retos del mercado laboral y mejorar sus perspectivas de empleo. El propósito de este artículo es identificar las disparidades y semejanzas entre ambos ámbitos, estableciendo un marco teórico para el desarrollo y un plan de intervención colaborativo, centrándose metodológicamente en programas de mentoría como complemento a los modelos socioeducativos.

El enfoque teórico se construye a partir de dos conceptos fundamentales: las competencias educativas y las competencias laborales.

En el ámbito educativo, la LOMLOE distingue dos tipos de competencias: básicas y específicas, reflejadas en el nuevo currículo. Se definen como competencias clave aquellas necesarias para la realización y desarrollo personal, la empleabilidad, la integración social, el estilo de vida sostenible, el éxito en sociedades pacíficas, el modo de vida saludable y la ciudadanía activa (Recomendación del Consejo de la UE, 2018). Estas competencias se desarrollan a lo largo de la vida, abarcando la infancia, la edad adulta y se adquieren a través de aprendizaje formal, no formal e informal en diversos contextos, como la familia, el trabajo y la comunidad (LOMLOE, 2020).

En el ámbito empresarial, las competencias laborales se definen como la aplicación de conocimientos, habilidades y comportamientos en el desempeño laboral. Se dividen en competencias básicas, que incluyen habilidades intelectuales, actitudes y elementos no cognitivos, y competencias específicas, relacionadas con conocimientos adquiridos mediante formación.

Influencia del entorno y contexto

El contexto en el que nace y se desarrolla un individuo desempeña un papel crucial en el desarrollo de sus competencias. Bronfenbrenner propone el modelo ecológico, que ilustra cómo diversos sistemas afectan al individuo, desde el microsistema (familia, escuela, grupos de amigos) hasta el macrosistema (creencias culturales y valores).

En el caso de los jóvenes beneficiarios del programa Zing, que provienen de un contexto vulnerable, enfrentan desafíos adicionales en su desarrollo. El programa ofrece una beca económica para continuar estudios superiores y recursos complementarios, como orientación vocacional, mentoría socioeducativa, inserción laboral y una red de más de mil trescientos jóvenes en situaciones similares. Estas medidas están diseñadas para ayudar a los jóvenes a romper el ciclo de la pobreza mientras se promueve el desarrollo de competencias.

Mentoría socioeducativa

La mentoría desempeña un papel crucial en el programa Zing, ya que facilita la creación de vínculos con los jóvenes, no solo con el mentor, sino también con el equipo encargado de supervisar las relaciones. Esto asegura la calidad de las interacciones, fomentando la cohesión social, el desarrollo competencial y el bienestar emocional mediante encuentros individuales y actividades culturales grupales.

En conclusión, es fundamental destacar la búsqueda de rigurosidad del proyecto mediante la creación de instrumentos evaluativos para medir el impacto real de estas relaciones. Esto permite extraer conclusiones cualitativas de esta metodología con múltiples posibilidades.

 

 

  • Echeverría, B., Isus, S., Martínez, M.P. y Sarasola, L. (2008). Orientación profesional. Barcelona: UOC.
  • Linares, E. T., Vilariño, C. S., & Villas, M. A. (2002). El modelo ecológico de Bronfrenbrenner como marco teórico de la Psicooncología. anales de psicología, 18.
  • LOMLOE. Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre. (2020). FlippingBook. Recuperado 29 de abril de 2023, de https://documentos.anpe.es/ANPE_LOMLOE/


Evaluar su impacto, una de las claves del futuro de la mentoría socioeducativa

Víctor González Núñez, Project Manager de Mentoría del Programa Zing

La educación se enfrenta a un dilema entre el arte y la ciencia. A menudo, las intervenciones educativas se basan en la intuición y creencias culturales, lo que plantea preocupaciones sobre la falta de conocimiento sobre su impacto y legitimidad en la sociedad. Evaluar es un proceso sistemático que recopila, analiza e interpreta datos para mejorar la calidad de una intervención. Es responsabilidad de todos establecer marcos comunes de referencia para recoger evidencia del impacto de las intervenciones educativas.

Desde ZING Programme utilizamos la mentoría (un proceso de acompañamiento de duración predefinida) para abordar cuatro problemáticas principales, el abandono escolar, el desarrollo de habilidades metacognitivas, el bienestar psicológico y la reducción de actitudes xenófobas, homófobas o aporófobas. Se ha implementado una Teoría del Cambio que identifica problemas, recursos, actividades y resultados esperados, y se han utilizado diversas herramientas de evaluación para medir el impacto en estas problemáticas.

Durante el próximo año y junto a la Coordinadora de Mentoría Social y otras entidades, se creará una herramienta de evaluación y análisis del desarrollo de competencias transversales en el marco de la mentoría. La evaluación de impacto es fundamental para medir la efectividad de los proyectos de mentoría, ganar legitimidad y mejorar continuamente. Y es imprescindible para ganar legitimidad ante jóvenes en contexto de vulnerabilidad, así como ante la sociedad civil y los financiadores.

Dos desafíos importantes son la evaluación a largo plazo y la creación de grupos de control para atribuir los efectos correctamente. Esto permitirá una evaluación más precisa y completa de los proyectos de mentoría.

 

 

  • Alegre, M. (2016). ¿Educación, arte o ciencia? Fundación Europea Sociedad y Educación
    https://www.sociedadyeducacion.org/blog/educacion-arte-o-ciencia/
  • Dubois, D., Holloway, B., Valentine, J., Cooper, H. (2002). Effectiveness for mentoring programs for youth. American Journal of Community Psichology. 97-157.
  • Preston, Prieto-Flores & Rhodes, (2009). Mentoring in context: a comparative study of youth mentoring programs in the United States and Continental Europe.