“Acompañar a alguien es hacer el camino juntos, no conducirlo donde queremos que vaya.”
Francesc Torralba
El plan de acompañamiento de un proyecto de mentoría consta de cinco etapas: : la fase 0 (previa), la fase 1 (creación del vínculo y detección de competencias a trabajar), la fase 2 (potenciación de las competencias identificadas), la fase 3 (orientación académico-laboral), y finalmente la fase 4 de cierre y puesta en valor de todo lo compartido y aprendido.
Y si bien la nomenclatura de estas etapas puede indicarnos que la fase 0 es la menos importante, nos preguntamos si no será al revés, y como en tantas otras acciones o intervenciones, quizás es el momento clave para unos acompañamientos de éxito y de calidad.
La fase 0 del proyecto de mentoría de ZING
Este otoño, 60 jóvenes del programa ZING y 60 mentores y mentoras voluntarios han participado de esta fase 0 de selección, formación y emparejamiento. Una fase en la que de inicio el equipo técnico del proyecto ha podido conocer a los 120 participantes en profundidad, a través de sesiones informativas en las que se han explicado los objetivos y funcionamiento del proyecto, y en las que se ha entrevistado individualmente a casi 150 pre-seleccionados para conocer sus motivaciones para participar, sus perfiles académicos y profesionales, así como sus características y gustos más personales.
Todo esto nos ha permitido poder hacer una buena elección de las personas participantes, y por un lado explicar bien a los jóvenes zingers en qué consiste el acompañamiento emocional y socioeducativo y qué beneficios puede tener para su desarrollo personal:
- La garantía de unos buenos niveles de bienestar emocional.
- El mantenimiento y potenciación de su motivación y habilidades para unas trayectorias educativas y profesionales de éxito.
Por otro lado, a través de una completa formación de ocho horas se ha explicado a los futuros mentores cuál es su rol en este proceso de acompañamiento y crecimiento junto a los jóvenes, entender el contexto socioeconómico en el que éstos se encuentran y qué impacto tienen las enormes desigualdades sociales en sus oportunidades, el momento de cambio y transformación biológica en el que se encuentran los adolescentes, y las herramientas de que pueden disponer para estar a su lado sin caer en paternalismos y fomentando una escucha activa y sin juicio hacia los jóvenes.
“Es una época de cambio radical, pasan de ser niños y depender de sus padres para todo, a ser jóvenes/adultos que van a hacer la vida por su propia cuenta. Esto es un proceso de maduración impresionante para el cerebro, es una época que se conoce como la poda neuronal” David Bueno, genetista y biólogo
Finalmente llega el momento del emparejamiento y conectar las 120 participantes del proyecto. Emparejar dos personas es una decisión que debe ser bien meditada y estudiada para asegurar que el acompañamiento tenga el máximo impacto posible. Para ello se contemplan aspectos como las trayectorias académicas y profesionales, los intereses personales, el género, la localización o la complejidad del acompañamiento. Una vez realizados los 60 matchings, llega el momento de la verdad, las sesiones de presentación conjuntas en las que con grupos de entre 10 y 20 personas se realizan diversas dinámicas iniciales con el objetivo de romper el hielo en grupo y crear un ambiente distendido, para que el momento en el que mentorado y mentor se encuentren cara a cara sea lo más cómodo posible y ya se pueda empezar a crear el vínculo de confianza imprescindible para el éxito del acompañamiento que llevarán a cabo durante ocho meses.