Hannes Brandt, Programme Manager ZING Vocación, Área de Empleabilidad
Maria Rosal, Project Manager ZING Vocación, Área de Empleabilidad
En un contexto de rápidos cambios sociales y tecnológicos, la orientación vocacional se presenta como crucial para preparar a los jóvenes ante la incertidumbre laboral. Es importante invertir en este ámbito como un enfoque estratégico para guiar a las futuras generaciones en un mercado laboral imprevisible y dinámico.
Los cambios acelerados en la sociedad y la tecnología provocarán la obsolescencia de ciertos campos profesionales y la emergencia de nuevos, dificultando su seguimiento por parte del sector educativo. Las trayectorias profesionales ya no son lineales, y el éxito laboral depende cada vez más de la adaptabilidad y el aprendizaje continuo.
Organizaciones internacionales, como la Comisión Europea y la UNESCO, llaman de manera unánime a aumentar la inversión en orientación profesional. Se subraya que la orientación no debe ser un apéndice de la educación, sino un componente esencial para dar propósito a la formación, ayudando a los estudiantes a identificar sus intereses y metas profesionales.
En el contexto español, se destaca la importancia de una orientación sistemática y de alta calidad para promover la igualdad de oportunidades y combatir el abandono escolar prematuro. En Cataluña, aunque se han implementado medidas para abordar este problema, se señala que las inversiones actuales pueden no ser suficientes, considerando los costos significativos asociados al abandono y cambio de carrera de los estudiantes en las universidades españolas.
La importancia de reconocer la labor de los orientadores y las limitaciones que enfrentan
La alta carga de responsabilidades y la falta de tiempo obstaculiza a los orientadores poder brindar una orientación adecuada a los alumnos. Los cambios profundos en el entorno educativo y laboral requieren no solo una mejora cuantitativa en la orientación profesional, sino también estándares cualitativos nuevos. Es importante que haya colaboración entre diversos actores, como docentes, tutores, familias y el entorno escolar, para proporcionar una orientación más efectiva.
Es necesario adaptar la orientación a las demandas actuales del mundo laboral postobligatorio. Igual que en un sistema sanitario, es crucial que se incluya a profesionales especializados en diferentes áreas y una coordinación efectiva entre actores clave. Abogando por una orientación que se adapte a la realidad cambiante y se integre de manera continua a lo largo de toda la vida profesional.
La brecha entre el sector educativo y el mundo profesional
La brecha existente entre el sector educativo y el mundo profesional está evidenciada por la falta de familiaridad de los jóvenes con diversas profesiones. Es importante poder establecer una conexión constante entre la escuela y el mundo profesional, proponiendo modelos como los Gatsby Benchmarks en Inglaterra y el World of Work en EE.UU.
Será necesario establecer un marco común que permita a los jóvenes conocerse a sí mismos, identificar sus intereses vocacionales y adaptarse a un mundo laboral en constante cambio. Y que haya una colaboración entre actores locales, como municipios y entidades empresariales, para facilitar esta conexión.
En resumen, el rediseño y fortalecimiento de la orientación es urgente ante los cambios sociales y tecnológicos. Por ello, requiere un enfoque holístico, donde la orientación sea un sistema complementario que involucre a expertos, el mundo profesional, el entorno escolar y actores locales, con un marco común, pero una coordinación local o regional. La implementación exitosa requerirá voluntad de cambio, diálogo y cooperación entre todas las partes involucradas.